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  GRUPO DE MODELISMO ESTATICO DE MICHOACAN
  CAP. MIGUEL CARRILLO AYALA
 

LA HISTORIA

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Imagen tomada en el Museo del Colorado en Guadalajara Jal.

 

Pinocho. Tuxpense con alas de Oyamel. (1908-1956) 


Miguel Carrillo Ayala. Pinocho. Nace en Tuxpan, Michoacán, en la tenencia de Agostitlán el 6 de julio de 1908. Muere en Santa Rosalía, Baja California Sur el 16 de julio de 1965. Pinocho soñó volar y voló. Amó a la bellísima, Damaris Maya, nativa tuxpense de Patámbaro con quien casó, formó una familia y procreo a sus descendientes.
Miguel Carrillo Ayala por su tenacidad integró en Zitácuaro un equipo de locales que lo apoyaron, con ellos el genio tuxpense construyó y voló “El Pinocho”. 
Miguel Carillo Ayala, capitán piloto aviador, de flacucho aspecto fue un joven aventurero, alegre, audaz, enamorado, dicharachero; mecánico, chofer, taxista, inventor nato, innovador. Todo cuanto caía en sus manos lo deshacía, lo rehacía, lo transformaba; él era un ingeniero en el sentido más amplio del concepto. Pinocho construyó “El Pinocho” con las tablas de dos palos de oyamel cortados por él mismo del Cerro del Cacique. El legendario avión fue construido en algo así como dos años y medio a un costo de  $1,800.00 pesos.

Miguel Carrillo Ayala, consumó la hazaña de volar piloteando sin saber pilotear, su aeroplano desde Zitácuaro a La Ciudad de México el 14 de mayo de 1936. “El Pinocho” voló a la meteórica velocidad 60 K/H, durante dos horas desde Zitácuaro hasta el puerto aéreo de Balbuena, previa bajada de emergencia en Villa del Carbón. El avioncito ya nunca más volvió a los cielos, nuestro personaje recibió la oportunidad de educarse como piloto aviador hasta graduarse como teniente y ascender al rango de capitán primero piloto aviador con el cual murió.
Pinocho recibió apoyos incondicionales del General Lázaro Cárdenas del Río, presidente de La República, primero para trasladar el avioncito en Ferrocarril de Zitácuaro a Morelia y después para ingresar hasta culminar su formación como piloto aviador.
Huérfano de madre desde el nacimiento y de padre en 1934 al fallecer don Avelino, cuando Pinocho tenía apenas 26 años de edad. Autodidacta, voraz lector y estudioso de revistas de aviación sirvió en Tuxpan como conductor de Arturo Martínez Marín, en el primer automóvil que circuló sus calles con y en el “Niño Fidencio” nombre con el cual conocían al fortingo de don Arturo, viajó de un lado para el otro conduciendo al comerciante, a doña Celia su esposa y trasladando mercancías documentado con su licencia de conductor obtenida en 1932. Los locos se juntan. Y Pinocho agrupó a ilusos de aquí y de allá quienes creyeron en él. 

Pinocho, chamaco adolescente estudió tres años de la primaria básica en Tuxpan, en la escuela particular, huérfano de madre creció en Ocampo. 
Vivió en Zitácuaro (1919-1922) y después en Ciudad de México, hasta 1926 cuando volvió a la heroica Zitácuaro ya infectado del virus de la aeronáutica y resuelto a construir su propia nave espacial. A la muerte de don Avelino Carrillo, Pinocho vende la casa paterna para financiar la construcción del artefacto y tomar cursos de piloto con Roberto Fierro quien lo comprendió y siempre alentó. Pinocho convirtió un pesado y viejo camión Ford 1930, de 4 cilindros en un veloz e histórico avión. Lo hizo él con la ayuda de José Zepeda un mecánico.

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La hazaña de su vuelo liga con él los nombres de Lázaro Cárdenas del Río, Presidente de La República, tutor, protector y mecenas del Icaro tuxpense, a sus amigos Arturo Martínez Marín, Refugio Martínez Guijosa, Amparo Cianca, Valdemar Cejudo, Antonio Valdespino; a sus maestros Nicolás Estrada, Domitilio Arroyo, Jesús Nateras a sus cómplices de audacia José y Enrique Zepeda, a Miss Smith, a Braulio Pérez Peralta, a Enrique Paz, a Héctor Tregoni (a) El Conde a los hermanos Armando y Antonio Manjarrez Colín, a don Mariano García, a doña Esther Cortés, a Braulio Pereznegrón a los pilotos Rafael Chante Obregón.
El oriente de Michoacán formó social, política y profesionalmente a un personaje legendario, un michoacano liberal, progresista, de izquierdas.

Miguel Carrillo siempre se ostentó como tuxpense. Amó a Zitácuaro y a su cuna original. Uno de sus vuelos previos lo realizó a Tuxpan donde aterrizó al pie del Cerro de La Víbora, por allí de las once de la mañana de un día de febrero de 1936 vitoreado, admirado y acompañado por toda la población como puede verse en una de las fotografías de aquella época. Pinocho volvió a Zitácuaro y a Tuxpan en 1950 ya capitán primero piloto aviador. Convivió con sus amigos, platicó, rememoró, bebió con ellos durante cortos días de alegría y de nostalgia.

Pinocho formó parte de los escuadrones 203 y 206 —nunca del 201—combatió al lado del general Cárdenas a la rebelión cedillista en San Luís Potosí lo cual le valió su ascenso a capitán segundo Piloto Aviador por méritos en campaña…

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Miguel Carillo Ayala, capitán primero aviador de La Fuerza Aérea Mexicana vivió en la patria por su patria y es ejemplo para la juventud. Pinocho, héroe tuxpense sirve como guía de los empeños por la construcción del México mejor.

 Texto e imagenes Ing. Arturo Martínez Nateras.

 


 
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